Muchos emprendedores y empresas creen que con tener un sitio web ya están cumpliendo con su parte digital. Pero la realidad es que un sitio web sin estrategia es como tener una tienda sin vitrinas ni atención al cliente. Hoy el sitio debe ser una herramienta que funcione, que convierta visitas en clientes, que responda preguntas antes que se hagan, y que evolucione con el negocio. Si no cumple eso, es solo una tarjeta de presentación olvidada. Este artículo revisa por qué un sitio web no puede ser estático ni genérico, cómo detectar si está cumpliendo su rol, y qué elementos mínimos debe tener para que empiece a generar valor. El foco no está en rediseñar por rediseñar, sino en entender cómo un buen sitio puede ayudarte a tomar decisiones, validar ideas y crecer. Si sientes que algo no está funcionando con tu presencia digital, es posible que estés en ese punto donde “tener sitio” ya no es suficiente.