Hoy, un sitio web es mucho más que una tarjeta de presentación digital. Un sitio mal optimizado puede ser una fuga constante de oportunidades, mientras que uno diseñado estratégicamente puede convertirse en tu mejor vendedor 24/7. Un sitio optimizado actúa como un “puente” eficaz entre tu negocio y tus clientes potenciales, guiándolos de manera intuitiva hacia acciones que impactan directamente tus resultados: solicitudes de contacto, compras, suscripciones, etc. ¿Cómo se logra? A través de investigación de usuarios, contenidos persuasivos, diseño enfocado en la conversión y una mejora continua basada en datos. La optimización no es magia, es método y consistencia. Vamos a profundizar en cómo este proceso puede transformar el futuro de tu negocio.